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{Belieber&Directioner} Si eres un hater, puedes volver por donde has venido, no creo que aquí haya nada que te interese.

miércoles, 4 de enero de 2012

Química Perfecta {5} «Adaptada»

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Antes de ir a clase de química, enciendo mi teléfono móvil y llamo a mi casa para saber cómo le va a mi hermana. Baghda, su nueva cuidadora, no está muy contenta porque a Shelley le ha dado un arrebato a la hora de comer. Al parecer, a mi hermana no le ha gustado demasiado la comida.
¿Era demasiado pedir que mi madre renunciara un solo día de paso por el club de campo, para quedarse en casa con Shelley?
El verano ya ha acabado, y no puedo estar allí para relevar a las cuidadoras, y que por regla general acaban largándose.
Debería estar centrada en mis clases. Mi principal objetivo es ir a la universidad de Northwestern, porque está cerca de casa y así no tendré que estar lejos de mi hermana. Después de dar a Baghda un par de consejos, aspiro una bocanada de aire, fuerzo la sonrisa y entro en clase.
— Eh, guapa. Te he guardado un sitio. — Dice Colin señalando el taburete que queda a su lado.
El laboratorio está formado por altas mesas, cada una para la capacidad de dos personas. Eso significa que estaré sentada con Colin el resto del año, y que haremos juntos el temible proyecto de química de último curso. Sintiéndome algo estúpida por pensar que las cosas habían cambiado entre nosotros, tomo asiento en el taburete y saco mi pesado libro.
— ¡Eh mira! ¡Bieber está en nuestra clase! — Gritan algunos chicos en la parte de detrás del aula. -Justin aquí, ven.
Intento no mirar a Justin mientras saluda a sus amigos con palmaditas en la espalda, y apretones de manos demasiado complicados para ser imitados.
Además del gesto, se llaman ‘hermano’ entre ellos. Muy típico. La presencia de Justin atrae las miradas de toda la clase.
— He oído que le arrestaron el fin de semana pasado por uso de drogas.
— ¿En serio?
— En serio — Dice Collin, asintiendo con la cabeza y enarcando ambas cejas.
Bueno, no es que me sorprenda la noticia. He oído que Justin pasa la mayoría de los fines de semana colocado, trapicheando con drogas o metido en cualquier otra actividad ilegal.
La señora Peterson cierra con fuerza la puerta de la clase provocando que todas las miradas abandonen en el acto la parte trasera del aula, y se centren en la parte delantera. Ella tiene el cabello castaño claro, recogido en una tirante cola de caballo. No ha cumplido aún los treinta, pero sus gafas y su expresión ceñuda la hacen parecer mucho mayor. Tras su primer año como profesora adoptó una actitud más dura, ya que muchos jóvenes la trataban como su hermana mayor.
— Buenos días y bienvenidos al último curso de química. — Dice mientras abre una carpeta. — Agradezco que se hayan tomado la molestia de elegir asientos, sin embargo, yo ya había dispuesto la organización de los mismos.
Toda la clase protesta, pero la señora Peterson ni se inmuta. Simplemente se limita a plantarse delante de la mesa de laboratorio.
— Colin Adams, ocupe el primer asiento. Su compañera será Darlene Boehm.
Darlene Boehm es la segunda capitana del equipo de animadoras. Me lanza una mirada cargada de disculpas antes de sentarse en el taburete que queda al lado de mi novio.
A medida que la señora Peterson sigue con la lista, los estudiantes van cambiándose a sus asientos asignados sin mucho entusiasmo.
— _____ Ellis — Dice la señora Peterson señalando la mesa que queda detrás de Colin. Acepto gustosamente mi nueva plaza asignada.
— Señor Bieber — Continúa la señorita, señalando el taburete que hay a mi lado.
¡Oh no! Justin… ¿Mi compañero de laboratorio? ¿Durante todo el curso? De ningún modo, ni hablar, me niego. Lanzo a Colin una mirada suplicante mientras intento con todas mis fuerzas que no me entre el pánico. Debería de haberme quedado en casa. En la cama, bajo las mantas. Mierda… me siento intimidada.
— Llámame Justin.
— Justin Bieber. — Dice seria — Quítese esa bandana. No permitiré que nadie entre en mi clase con algún accesorio relacionado con alguna pandilla. Y por desgracia, Justin, usted tiene mala reputación. El director Simons me respalda. ¿Me he explicado con claridad?
Justin agacha la cabeza, y al quitarse la bandana revela un cabello castaño muy claro, casi rubio, algo alocado.
— Es para esconder los piojos… — Le susurra Colin a Darlene, pero yo lo oigo, y Justin también.
— Vete a la mierda. — Le dice Justin, fulminándolo con la mirada. — Cierra la boca.
— Claro, amigo. — Responde Colin, antes de darse la vuelta. — Ni siquiera sabes decir una frase sin soltar un taco.
— ¡Ya es suficiente Colin!. Justin, siéntate. — Ordena la Sra. Peterson, dirigiéndose al resto de la clase. — Esto también va por los demás. No me importa lo que hagan fuera, sin embargo en mi clase mando yo. — Dice girándose después a Justin. — ¿Ha quedado claro?
— Sí, señora. — Replica Justin en un tono deliberadamente bajo.
La Sra. Peterson continúa con el resto de la lista, mientras yo hago todo lo que puedo para no mirar a los ojos al tipo que se sienta a mi lado.
— Qué asco. — Murmura Justin en un tono contrariado y ronco. ¿Es que lo hace a propósito?
¿Cómo voy a explicar a mi madre que tengo de compañero de laboratorio a Justin Bieber? Oh no, espero que no me eche las culpas de todo esto.
Miro a mi novio, quien está absorto en su conversación con Darlene. Tengo celos. Ahora mismo, sería perfecto poseer el poder de retroceder en el tiempo, y que, con sólo pronunciar unas palabras mágicas, el día empezara de nuevo. Hoy sería el día idóneo para hacerlo.
¿Acaso cree la Sra. Peterson que es razonable emparejar a la capitana de las animadoras con el tipo más peligroso del instituto? Esta mujer está delirando.
La señora delirios termina por fin de asignar los asientos.
— Ahora — Comienza diciendo — Mirad a la persona que se sienta a vuestro lado.
‘Cualquier cosa menos eso’. Sin embargo, no tengo elección. Miro de nuevo a Colin, que parece muy contento con la compañera que le ha tocado. Si Darlene no tuviera novio, me estaría cuestionando seriamente por qué se acerca tanto a Colin. Deduzco que estoy siendo paranoica.
— Puede que no les guste vuestro compañero — Dice la señora delirios. — Pero deberán estar juntos los próximos diez meses. Tómense cinco minutos para conocerse, y después deberán presentarlo al resto de la clase. Hablen de lo que han hecho este verano, sus aficiones, o de cualquier otra cosa interesante que quizá sus compañeros no sepan de ustedes. Sus cinco minutos empiezan ahora.
Saco la libreta, me pongo en la primera página y se la paso a Justin.
— ¿Por qué no escribes cosas sobre ti en mi libreta, y yo hago los mismo en la tuya? — Pregunto. Es mejor intentar tener una conversación con él.
Justin asiente, parece estar de acuerdo. Creo observar una pequeña sonrisa en sus labios mientras me pasa su libreta. ¿Son imaginaciones mías o ha pasado de verdad? Aspiro una bocanada de aire, me quito esa idea de la cabeza y escribo cosas sobre mí, hasta que la señora Peterson da el final de los cinco minutos, y se dispone a escuchar las presentaciones de los alumnos.
— Os presento a Darlene Boehm. — Empieza Colin.
Pero yo no oigo el resto de su discurso sobre Darlene y su viaje a Italia, o su experiencia en el campamento de baile del verano. En lugar de eso, bajo la mirada a la libreta que Justin me ha devuelto, y me quedo boquiabierta al reparar en las palabras que ha escrito.

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